http://sentirloquedecimos.blogspot.com.ar/

Traductor

lunes, 30 de abril de 2018

Hoy

Hasta ahora todos los años supieron diferenciarse bien uno del otro. Con tiempo logré ver los propósitos, los porqués. Hoy voy descubriendo momento a momento de qué se trata este año, cuál sería el título de este capítulo.
Yo creo que es mi renacimiento. Mi redescubrimiento. Todo lo antiguo sale, para darle lugar a lo nuevo. Por eso los tropiezos, por eso las dudas y la cantidad de preguntas que me agobian.
Hace solo un año solo quería una cosa: además de dedicarme al comienzo de mi futuro, quería tener a esa persona al lado mío y que sea así para siempre, estaba convencida de que era lo único que deseaba para mi, pero como todo, tuvo sus negatividades y yo no pude vivir con ellas, tuve que irme. Y sé que va a ser definitivo. Siento que haberme ido de ahí fue como mudarme. No me arrepiento. No me arrepiento de haberme sentido así de bien, ni de haberme sentido así de mal. Cuánto que me sirvió.. es increíble como uno se puede complementar con alguien de tal manera que cuando se va necesitas un tiempo, el que sea necesario, para reubicarte. También sé que lo voy a volver a ver. O quizás no, quizás sean mis ganas las que hablan. Quizás sea mi anhelo por darle todos los besos que no le di en mucho tiempo, sin que me duela. Y no me duele. No me duele nada dentro de su rincón en mi corazón. Otros rincones sí me duelen. Pero es muy temprano para conclusiones. Quiero seguir cavando.
Ahora, después de pensar que me había encontrado y que tenía mi camino, estoy naciendo de nuevo. Empecé el 2017 con una buena carrera, mi primer novio al que quería muchísimo, encontré trabajo y sabía que no me faltaba nada más. Hoy, 29 de Abril de 2018 ya no sé nada. Dudo de todo el mundo, de todo. Hasta de mi carrera universitaria y de mí. Estoy volviendo a salir, mucho, como cuando era plenamente adolescente, y me emociona y divierte igual que antes de dejar de hacerlo tan seguido. Me estoy volviendo a encontrar en la noche. Entre otros. Me estoy volviendo a encontrar fuera de la comodidad del saber que alguien me va a querer siempre y todos los días. Eso no es fácil de hallar. Es mi renacimiento, tengo que volver a entender y a aprender que me voy a dar muchos, muchos golpes más y que tal vez, la persona que yo quiera en un momento, no me quiera. Es tan extraño querer algo con alguien y que ese alguien quiera otra cosa... y así con otros álguienes. Y que todos sean distintos, y que todos quieran cosas distintas. Tan extraño...
Estoy bastante perdida, sĂ­. Niebla sobra en este Ăşltimo tiempo. Pero sigo, sigo igual porque quiero y tengo que seguir experimentando hasta dar con el punto clave. Lo bueno es que un porcentaje de ese punto sĂ­ lo tengo claro, y lo Ăşnico que me queda es llevarlo a cabo. QuĂ© miedo, ¿no? Cuando no tenĂ©s excusas, cuando llega el momento de hacerlo, de decidir. Cuando llega el momento de dar el paso, y que con ese paso aparezcan tantos terrores, tantas piedras que uno mismo se pone en el camino. Y mucho miedo al quĂ© dirán, sorprendentemente, personas cercanas. Hay a quienes no les pasa. A mĂ­ sĂ­. Es tanto el miedo a que me llamen desagradecida, exagerada y dramática que hasta el momento no me movĂ­ de mi zona de confort. Y el Ăşnico momento en el que estoy dentro de mi mundo es cuando me pongo los auriculares y la mĂşsica muy fuerte y miro para afuera del colectivo. Miro todo. O miro para adentro, no sĂ© bien. En realidad tendrĂ­a que estar mi mundo 24/7. Todo el tiempo. Disfrutando. Menos o más, pero disfrutando.
Escribo seguido, casi siempre. Sobre personas, personas que son importantes para mí, personas que me marcan, personas que me hieren. Experiencias, situaciones sobre las que puedo reflexionar sola. No lo publico, simplemente lo dejo guardado. Pero hoy me escribo a mí, y lo publico. Me quiero hacer mi especie de mapa conceptual para separar, ordenar, desenredar. Para recordarme que deje de desperdiciar el tiempo. Que soy feliz, porque tengo todo lo que necesito. Porque tengo mucho que otros no tienen. Pero no me puedo conformar. No me quiero seguir conformando. Escuché tanto, tanto la frase "y bueno, todo no se puede", que lo creí. Me conformé tanto que ahora quiero creer que todo sí se puede. Que sí podemos ser felices todos los días. Que sí podemos elegir relaciones, trabajo y estudio, y que nos hagan felices. Que podemos irnos de donde no nos sentimos bien. Que hoy estoy y mañana no sé. Que si llego a mi vejez con arrugas y buena memoria, quiero recordar que a mis 20 años hice todo lo que fue necesario para ser feliz. Y que estas lágrimas que siento caer no son en vano. Son para aprender.

lunes, 23 de mayo de 2016

Tengo frío. Tengo frío porque estoy en medias, en el piso y con las piernas dobladas contra mí. Estoy apoyada en la puerta. Estoy escondiéndome, no soy tan grande. Estoy con un poco de dolor. Un dolor que a medida que escribo parece aliviarse haciéndose cada vez más fuerte. Veo un poco nublado y quiero golpear tantas cosas que no puedo..
Tengo frío y estoy en el piso teniendo la cama a un metro y medio. Me escondo. Me escondo del monstruo de las palabras, de su veneno más que nada.
Ojalá nunca te griten esas cosas en la cara. Cosas que no te mereces, cosas que tal vez son reales pero son tus cosas y por algo nadie tiene que entrometerse.
Situaciones que duelen, palabras que cortan.
Tengo frĂ­o, pero me quiero quedar en el piso hasta que sienta que me tengo que levantar.

martes, 26 de abril de 2016

AĂşn aquĂ­.

¿Acaso la vida está esperando a que me derrumbe para poder enviarme a alguien que me ayude a dejar de ser miserable? Porque al parecer cuando uno se conforma con lo que tiene (que no siempre es malo), parece que ese conformismo puede volverse eterno. Que nunca va a llegar la persona que necesitas para que te acompañe a caminar.
Así como mis días no paran de estar llenos de optimismo -o intento- y de "vos sos vos, los de afuera son de palo", también tienen un poquito de estas dudas. Algunas incertidumbres, mas que nada como si sintiera que el tiempo corre y la persona que estoy esperando nunca llega, se le está haciendo tarde. Me está haciendo esperar, y no que no pueda, pero no me gusta ni un poco.
Estoy sentada hace mucho. Pasaron primaveras, cumpleaños, bebidas, noches de verano, playas, otoños secos e inviernos helados y decidí sentarme porque me aburrí de estar parada, también me cansé. Como cuando esperas el colectivo una eternidad y te terminas yendo caminando porque no llega.
Me senté, me estoy mirando las zapatillas y viendo qué otro detalle positivo y lindo le puedo encontrar, ya me las miré demasiado. Estoy viendo gente de la mano reírse y me río con ellos porque me pone bien ver a la gente feliz, pero a veces siento que ver a la gente feliz no es suficiente. A veces siento que rebalso de amor, que estoy esperando que alguien me reciba con ganas de un abrazo en el que me pueda proteger. Amor, protección y confianza. Pero sigo sentada en el banco de una plaza porque todavía no vi a nadie dispuesto a regalarme eso. Hasta ahora nadie aceptó que esta piba es eso.. su presente, su pasado y su tormento de pensamientos.

miércoles, 6 de abril de 2016

Pero sobrevivimos

[Tener esa sensaciĂłn de felicidad interna, de estar completa. Que me traten de hacer todo el daño del mundo y que no puedan, porque no me importa, porque el Ăşnico que podrĂ­a llegar a herirme es Ă©l. Eso quiero. No la parte de la dependencia, sino la de la invencibilidad.] 



Pero es sĂłlo cuestiĂłn de tiempo para que dos almas se enfermen del amor y sus obsesiones. Dolorosamente real. Es tan intenso todo, es una droga tan fuerte que a duras penas reconocemos lo originado en la mente y lo que en verdad sucede.
Y creo no estar inventándolo, a veces lo sentimos. No estoy contando un cuento. En los cuentos no hay celos, se omite la parte de los terceros, las ganas de significar todo para la otra persona y el desesperado miedo a quedarse solo. No hay egoĂ­smos, lo cuál es muy complicado de evitar cuando hubo aunque sea una sola vez, un sĂłlo instante en el que sentimos que podĂ­amos ejercer control sobre la persona, y que creĂ­mos por el más remoto motivo que esa persona nos pertenecĂ­a. En la vida real nos entregamos sin preguntar, sin tomar precauciĂłn, porque no hay precauciones para el amor.. ¿O sĂ­?. Pensamos que lo Ăşnico que tenemos es a esa persona. Llegamos al extremo de pensar que no tenemos vida sin esa persona, hasta que debemos vivir sin ella. Y lo hacemos, nos levantamos de la cama porque la mente nos impulsa, pide que por favor la liberemos de la tortura de los recuerdos que aparecen sin querer, aunque el corazĂłn y la sangre y cada Ăłrgano nos pida más de esa droga a la que llamamos amor, y que a veces no podemos obtener, no de la persona que deseamos. Y en ese momento, justo en ese momento en el que sufrimos una abstinencia que no podemos ya arrastrar, colapsamos, pensamos que nos vamos a morir sin ese abrazo, caricia, o beso que anhelamos obtener. Lloramos liberando nuestro ser, la cabeza explota y el cuerpo se satura de emociones, pidiendo a gritos que lo devolvamos a su refugio, a algĂşn refugio donde su dolor no pueda ser recordado ni identificado con nada ajeno a Ă©l mismo. Nos sedamos. Nos volvemos adictos a aquello que nos saque del dolor, porque serĂ­a insoportable que lo Ăşnico que allá afuera hace girar al mundo -el amor-, sea lo mismo que nos puede hacer caer a pedazos tanto por dentro como por fuera. Ahogarnos.






Casi siempre en un vaso de agua.
O de vodka.

jueves, 28 de enero de 2016

Somos lo que soñamos.

VolvĂ­. ¿Por quĂ©? Lo sĂ© y no lo sĂ©. Porque busco la respuesta a muchas dudas.

Como ¿por quĂ© dejamos a esa persona que tanto queremos, morir? ¿Por quĂ© nos encerramos en pensamientos tan necios, tan poco lĂłgicos?
Anoche me pasĂł algo que no me pasaba hace mucho tiempo, y me tocĂł demasiado.
Anoche mi inconsciente perdió algo y descubrió algo también. Anoche sentí la angustia apoderarse de mí como pocas veces.
Anoche recordé lo que es necesitar a alguien. Tanto tanto que me senté llorando, rodeando el torso con mis propios brazos. Decepcionada, de cómo antes no me había dado cuenta de la tragedia que mi cuerpo había enfrentado. Había sufrido una pérdida tan grande que mi cabeza no quiso afrontarlo. Pero una noche me lo nombraron y todo se me derrumbó. Me pregunté por qué había sido tan idiota de no haberlo abrazado antes, dicho 'te amo' u al menos pegarle una cachetada demostrándole el enojo que me habían causado sus pendejadas. Ni eso. El único remedio que me quedaba era escuchar a mis amigas. Una me dijo "por qué no le escribis como vos sabes?". Y eso hice. Pero en el momento en que me senté delante de la computadora creí que me iba a desvanecer. Cuánta falta puede hacer una persona.. En ese instante me era imposible aguantarlo ya, el dolor era tan fuerte que me molestaba llorar, no quería hacerlo más; pero sin embargo mis recuerdos me traían a la vista todos los momentos en los que esa persona me hizo bien, y yo me se sentía en falta. Podía ver que nada, nada tenía sentido ni lo iba a recobrar jamás. Todo porque esa persona marcó 10 años de mi corta vida y me demostró y cuidó más que personas que me vieron caer un millón de veces.
Así los días pasaban y nadie podía entender el dolor que sentía mi cuerpo. Me sentía muerta por dentro. Todo por el estúpido capricho de hacerle pagar con la misma moneda, y alejarme. Ahora lo quería mas cerca que nunca, y no podía. No podía tener nunca más ese abrazo que me protegía y me llenaba de paz. Mi vida parecía destinada a ser triste, no veía salida absoluta.
Muy, muy afortunadamente, de vuelta en la realidad mis ojos se abrieron y mirĂ© por la ventana de mi cuarto. MirĂ© el celular: las 10am. Mi corazĂłn latiendo fuerte y mi cabeza preguntándose si hoy iba a ser un dĂ­a más sin verle la sonrisa, sin su compañía. Puse mi antebrazo sobre mi frente mientras trataba de acordarme.. la noche anterior no habĂ­a llegado con amigas a mi casa, habĂ­a llegado sola, y jamás se me habĂ­a ido la borrachera, porque no me habĂ­a emborrachado. Eso querĂ­a decir que nunca me puse a llorar por la muerte de nadie. Lo que querĂ­a decir que todo estaba bien. Y entonces sĂ­, me puse a llorar liberando la presiĂłn que mágicamente habĂ­a aparecido en mi garganta, ese maldito nudo que me hizo pensar y decir "¿hace falta hacer morir a una persona en nuestras vidas para darnos cuenta que no podemos vivir sin ella?". Y como la respuesta fue no, abrĂ­ el whatsapp, y le hablĂ©.

jueves, 30 de julio de 2015

TodavĂ­a no

No sé
empiezo mis escrituras siempre con un 'no sé', porque no es lo que publico -que a propósito, no publico nada hace muchos meses- es más bien lo que siento, y "no sé" son dos sílabas que me describen bastante bien, Nunca sé exactamente en qué clase de encrucijada estoy, que es por lo que escribo casi siempre, cuando no es odiando a alguien, o una situación.

Y hoy andaba necesitando escribir...te
/dije "mejor no pongo el 'de nuevo', ya va a ser mucho".. pero miren/
De nuevo

Después de haber escrito unos ochenta y cinco mil textos interminables.. en mi mente o en la realidad, pero siempre estás, no te cansas de estar.

Después de sufrir.. a quién le importa cuánto? Ahora todo sigue igual. Sigue adelante la vida con una marca. Una mancha, mejor dicho.
"¿QuĂ© más podrĂ­a salir mal?" me sigo preguntando como una auto asesina.
Y 'todo' es la respuesta. No hay forma de que algo no haya salido mal, ni siga haciéndolo. Hubo tantos enojos, heridas y molestias que ya no quiero tenerte cerca. Ni en mis sueños. Pero adiviná qué.. te tengo en mis sueños -la puta madre, eso no lo tenía que transcribir-
Te tengo más cerca de lo que creía. Te tengo más conectado a mí de lo que imaginaba. Te puedo evitar menos de lo que planeaba. Pero la última oración no la voy a escribir, seguís sin merecerlo.

Me río mucho volcando esto a esta página con tantos sentimientos rotos

Fue un alivio
Y lucho tanto para no poner tanta poesĂ­a ridĂ­cula que no quiero que veas..

No me haces temblar como una hoja, como lo hacías antes. No me haces doler mucho la panza ni hacés que maquinee todo el tiempo. Pero me revolves muchos recuerdos, y verte es ver el pasado. La parte mala del pasado que me vi obligada a dejar atrás. Porque yo no tenía escapatoria.. no?
QuerĂ­a echarte, porque no podĂ­a aceptar que te fueras.

Pero lamentablemente no puedo escribir ninguna oración más. Me lo prohíbo.
Y ojalá nunca lo leas
Lo puse acá para que no lo lea nadie
Sólo para hacerle contraste y competencia a mis estupideces de cuatro años atrás, que tampoco quiero que nadie vea

Ay Malena, Malena.. vos y tu maldito y eterno blog

lunes, 6 de octubre de 2014

martes, 3 de diciembre de 2013

Dos horas después de levantarme me dí cuenta de que lo que soñé durante la noche lo había estado pensando cinco minutos antes de dormirme..









y hace un año y medio también.